domingo, 27 de julio de 2008

el beso de la gloria

Ese domingo 11 de septiembre amaneció soleado. Emprendimos temprano la peregrinación hacia el campo de batalla.
Atravesando a toda velocidad varias localidades llegamos al lugar de la contienda: la ciudad de Avellaneda.
En cada enfrentamiento entran en combate viejos odios y amores heredados de padres e hijos. La ciudad desparece, la rutina se olvida, solo existe el templo.
Los uniformados rojos éramos más que los de celeste y blanco. El ritual comenzaba a hacerse. Flameaban las banderas, sonaban las matracas, los cohetes, los tambores.
Hasta que llegamos al estadio. Este tenía torres y estandartes, como un castillo, y un foso ancho y hondo alrededor del campo. Tres cuartas partes de las tribunas eran rojas y solo un puñado de personas dementes de celeste y blanco estaba presente.
El batallón colorado presentaba en sus líneas a un chiquillo de 17 años, inexperto en la guerra pero muy pícaro.
Con la contienda iniciada los albicelestes acorralaron a los rojos pero no los dañaron. Agitábamos los pañuelos, tragábamos saliva, tragábamos veneno, susurrábamos plegarias y maldiciones. Y de pronto, llego la reacción con un ataque demoledor. Cuando las huestes locales invadieron el territorio enemigo, nuestro ariete abrió una brecha en el flanco más vulnerable de la muralla defensiva y se infiltró hacia la zona de peligro. El artillero recibió el proyectil, con una diestra maniobra se colocó en posición de tiro, preparó el remate y culminó la ofensiva disparando el cañonazo que aniquilo al cancerbero. Nuestras gargantas estallaron en una ovación y saltamos como pulgas, abrazando al desconocido que grita el gol a nuestro lado.
Después de este duro golpe, los visitantes titubearon y el árbitro hizo el receso. Pero ellos no podían mas.
En la segunda parte llegaron dos golpes de KO sobre el rival. Vivíamos una fiesta. Era una victoria más entre tantas: teníamos 16 combates ganados más que los albicelestes. Y este parecía ser uno más. Aquellos estaban perturbados por la historia y el presente. Vivían una pesadilla que se hacia eterna.
Y faltaba la gota que haría rebalsar el vaso, el golpe del final. A ese muchacho, capricho del mediodía, no lo podía alcanzar ni su propia sombra. Metía miedo. Los rivales lo anticipaban y pagaban. Lo esperaban y pagaban. Era capaz de salir por los dos lugares al mismo tiempo. Para nosotros era Dios y el Diablo. Ni con diez cuchillos entre los dientes podían rasparle los gemelos a ese mocoso. El pibe recibió el balón antes del mediocampo, nadie pensó que iba a hacer lo que hizo. Eludió hábilmente al defensor lateral y comenzó su recorrida hacia lo imposible. Ya atravesó el tramo desde atrás de mitad de cancha, el defensor achico, se comió el primer amague, el pibe se frenó, pisó la pelota y metió otro “¡ole!” al marcador “¡Opa!” El defensa se estiró más pero no pudo. “¡Cuidado!” El nene saco el lindo remate cruzado para el cuarto. Y pum… al geniecito solo le quedo mirar por donde entro el balón. Pego un pique que no daba más. Fue un cierre perfecto. El estadio era el cielo para nosotros y el infierno para ellos.
- ¿Qué pensaron? ¿Qué nos podían ganar? Si siempre es lo mismo- se escuchó decir. Fue una doble goleada. Se ganó en la cancha y también en los alrededores. Adentro, goles; afuera, picardía. Llovían las gastadas.
Por fin, cuando el árbitro, sordo y ciego, dio por finalizada la contienda, una merecida silbatina despidió a la escuadra vencida. Y entonces, nuestro pueblo victorioso invadió el reducto y paseo en andas a los once héroes de esta épica victoria, esta hazaña. Esta epopeya que tanta sangre, sudor y lágrimas nos ha costado. Y ese chiquillo, envuelto en la enseña local que nunca más será mancillada por la derrota, levantó su camiseta y la besó. Era el beso de la gloria.

Presentacion

Creo que la mejor forma de empezar un blog es presentándome en la red

Mi nombre es Julio Marino, tengo 20 años y vivo en Temperley. Estoy haciendo la licenciatura en ciencias de la comunicación en la UBA. Este es mi segundo año. Además, trabajo en la am 1630 (super sport) y en la fm 100.9 (premiun classic).

Me encanta escribir y poder contar con mis palabras lo que me sucede o lo que sucede en mi país o en el mundo.

El objetivo de mi blog es poder contar todo lo que sucede en nuestro pueblo, prestándole mucha atención al fútbol, pero también a todo lo que ocurre en otras ramas, como ser economia, politica, otros deportes, etc.

También voy a publicar algunas cosas que vaya escribiendo libremente

Espero tener muchas opiniones y que se abran debates sobre los temas tratados.