domingo, 7 de septiembre de 2008

Cuando la pelota se desangra (Cronica de la violencia en un partido de futbol)

La misma historia de siempre. La historia que cada fin de semana se agrava y a la cual no se le encuentra solución. Otra vez la violencia en el fútbol.
En un espectáculo público, donde las personas concurren pacíficamente a ver un partido se producen desmanes. Y lo peor es que hay víctimas fatales.
Mataderos fue un campo de batalla. Corrían 41 minutos del segundo tiempo, en el encuentro que Tigre le ganaba a Chicago por 2 a 1. Esto le permitía a Tigre ascender a la elite del fútbol argentino, ascender a primera división. En ese momento, Navarro Montoya derribó en el área a Lázzaro y el árbitro cobró penal para Tigre. Los de Victoria tenían la chance de cerrar el partido. Y ahí se desató el caos. De pronto, el campo de juego se llenó de personas. Los hinchas de Chicago rompieron el alambrado e ingresaron a la cancha. Los jugadores de Tigre se refugiaron en el vestuario. Los hinchas les arrebataron la ropa a los jugadores locales y se dirigieron hacia la tribuna visitante.
El descontrol superó la fiesta. Los hinchas de Chicago rompieron el alambrado de la tribuna de Tigre y empezaron las corridas y las piedras. Los visitantes salieron del estadio como pudieron. Sin embargo no salieron todos. Un proyectil alcanzó a Marcelo Cejas, hincha de Tigre. Fue un golpe certero. Marcelo cayó al piso desangrándose. Murió a los pocos minutos.
Los incidentes continuaron en la Gral. Paz y en todo Mataderos. Los hinchas de ambos clubes se enfrentaron en la Avenida y recién en ese momento apareció la policía. El saldo fue 73 detenidos.
Las culpas se reparten, pero los culpables no aparecen. Los dirigentes se lavan las manos, los jugadores sufren los aprietes de la barra y estos se esconden de la justicia.
Yo me pregunto varias cosas: ¿Dónde estuvo la policía en el momento que los hinchas locales rompieron el alambrado? ¿Dónde estuvieron los 350 efectivos para detener el enfrentamiento de hinchadas? ¿Dónde estuvieron los bomberos para evitar que los rebeldes ingresaran al campo de juego? ¿Quién tiene la culpa? ¿Cuál es la solución?
No puede ser que la vida del fútbol dependa de un grupito de salvajes, que deberían estar detrás de las rejas. Yo digo basta de privarnos de vivir una fiesta. Pero esto es solo el reflejo de una sociedad enferma. La solución es arrancar el problema de raíz. Terminar con la violencia en la sociedad significaría terminar con la violencia en el fútbol.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno la verdad este es un problema que nos preocupa muchisimo a toda la gente que amamos con locura este deporte. Particularmente opino que es un problema de muy dificil solucion. Es verdad, el problema de fondo esta en la sociedad en la cual estamios insertos, una sociedad violenta, una sociedad salvaje en la cual se promulga en "salvese quien pueda" y cada uno hace lo que quiere y como quiere.
Pero focalizandome mas en el futbol, todos sabemos que los barras estan amparados por los altos dirigentes del futbol argentino; algunos siendo complices a voluntad (hay mucho dinero dando vuelta) y otros porque realmente no les queda otra (y OJO que no salgo en defensa de los dirigentes). Todos sabemos que los barras son una organizacion jerarquica con una cabeza que manda, estan muy bien organizados y generalmente logran sus cometidos; entonces es muy dificil que un dirigente se ponga en contra de estos sabiendo que su familia y hasta el mismo corre peligro de muerte.
Sinceramente no se cual es la solucion para esto, creo que por el momento nadie la sabe, lo unico que espero es que toda esta ola de violencia no termine de matar nunca (porque poco a poco lo va matando) al FUTBOL...como dije el Diego...LA PELOTA NO SE MANCHA!!!

AGUANTE EL FUTBOL!!!